Historias de HealthQuest

Historias de pacientes

Ver todo

Suscríbase a nuestro boletín informativo electrónico

Ver todo

Comentario: nuestros hospitales están al borde del colapso y necesitan ayuda

La pandemia, las demoras en la atención y la escasez de personal amenazan a los centros que son fundamentales para la atención médica.

Por Darren Redick, Lisa LaPlante, Brian Ivie y Elise CutterPara The Herald

Como líderes de los hospitales del norte del condado de King, queremos compartir con el público la forma en que las dificultades de la atención médica a nivel nacional nos afectan en la región.

Nuestras comunidades recurren a nosotros para recibir atención, y durante la pandemia nuestro personal ha estado en la primera línea. Hemos superado nuevas y temibles variantes, oleadas de pacientes con COVID-19, interrupciones en la cadena de suministro y mucho más. Sin embargo, ahora nos enfrentamos a otro tipo de crisis que afecta a nuestra capacidad para atender a los pacientes.

A medida que la gente vuelve al hospital en busca de atención tras hasta dos años de demoras, estamos viendo pacientes con enfermedades más avanzadas, peores síntomas y pronósticos más sombríos. También estamos viendo el impacto de las crisis en nuestras comunidades, en particular la afluencia de pacientes de salud conductual y de pacientes que buscan tratamiento para la adicción al fentanilo y otros trastornos por consumo de sustancias. Nuestros hospitales están más ocupados que nunca, funcionando por encima de su capacidad, mientras nuestros trabajadores están agotados.

Muchos trabajadores de atención médica que sobrevivieron a la pandemia están abandonando el sector, tanto de forma temporal como permanente. La reserva de personal nacional no es suficiente para satisfacer la necesidad. Los ajustes salariales nos han permitido atraer, contratar y retener a los trabajadores de atención médica hasta cierto punto, pero los hospitales del estado de Washington siguen teniendo miles de puestos de enfermería vacantes. Los hospitales también están atravesando una crisis financiera tras dos años de reducción de cirugías, demoras en la atención, costos laborales elevados e interrupciones en la cadena de suministro. No somos los únicos; los sistemas de salud de todo el país han sufrido un aumento en los gastos de mano de obra de un 19 por ciento y un aumento en los costos de suministros de un 20 por ciento en los últimos dos años y medio.

Mientras nuestro personal trabaja incansablemente para atender a los cientos de nuevos pacientes que entran por nuestras puertas cada día, nuestros hospitales albergan a cientos de pacientes que están médicamente preparados para recibir el alta. Lamentablemente, muchos no tienen un lugar a donde ir tras el alta, por lo que permanecen en el hospital y requieren personal, camas y recursos que podrían utilizarse para pacientes con necesidades críticas inmediatas que están esperando en nuestros departamentos de emergencias para su admisión. Algunos hospitales siguen posponiendo muchas cirugías y procedimientos no urgentes, pero médicamente necesarios, debido a las limitaciones de personal y capacidad de camas. Con el tiempo, estas demoras perjudican a los pacientes y las familias de nuestras comunidades.

Necesitamos ayuda. Los hospitales son una infraestructura comunitaria fundamental. Necesitamos que nuestros líderes locales y funcionarios electos dediquen recursos a los centros de atención posaguda en nuestras comunidades, como centros de enfermería especializada, centros de relevo, centros de salud conductual y más. Los hospitales están destinados a atender a las personas que necesitan atención médica inmediata, no para actuar como sustitutos de la atención a largo plazo.

Necesitamos que los legisladores estatales reformen los procesos normativos actuales que crean obstáculos innecesarios para el alta oportuna. Los cambios en la interpretación de la normativa sobre tutela han agravado las demoras en el alta. Además, el personal es históricamente escaso en la División de Servicios Domiciliarios y Comunitarios de Washington, que debe evaluar a los pacientes que pueden ser elegibles para la financiación de Medicaid antes de darles de alta para ingresar a centros de atención a largo plazo, lo cual prolonga aún más las estadías en los hospitales. También necesitamos soluciones normativas para graduar a más personal de enfermería que se quede a ejercer en Washington.

Son problemas complejos y no hay respuestas fáciles, pero es imprescindible actuar. Nuestra situación actual es insostenible. Los hospitales de todo el país y del estado de Washington, incluidos algunos de nuestros hospitales en los condados de Snohomish, Island y Skagit, se han visto obligados a cerrar camas, pausar los ingresos en las unidades o desviar las ambulancias de nuestros departamentos de emergencias porque no tenemos suficiente personal para atender a los pacientes con seguridad.

Nuestros hospitales son un componente fundamental de nuestras comunidades. Estamos pidiendo ayuda. Nuestra esperanza es que, al dar a conocer estos problemas, nuestros líderes electos puedan reunirse y encontrar soluciones para garantizar que el hospital de su comunidad esté disponible para atenderlo a usted y a su familia cuando nos necesite, siempre.

Elise Cutter es directora ejecutiva de Island Health. Brian Ivie es presidente y director ejecutivo de Skagit Regional Health. Lisa LaPlante es directora administrativa de EvergreenHealth Monroe. Darren Redick es director ejecutivo de Providence Regional Medical Center Everett, Swedish Edmonds y Swedish Mill Creek Emergency Department.

Este artículo de opinión fue publicado por The Heraldel 17 de julio de 2022.