Aunque no lo parezca en muchas partes del país, nos acercamos rápidamente al verano. Con la llegada del verano aparecen algunas consideraciones de seguridad que los padres deben tener en cuenta. Para asegurarse de que sus hijos se diviertan al máximo, pero de forma segura, la Dra. Cheryl de Silva, pediatra de Skagit Regional Health, ofrece los siguientes consejos.

El protector solar es imprescindible
Una de las preguntas más frecuentes que recibe la Dra. de Silva es sobre el protector solar. En concreto: "¿Qué debemos usar, cuándo y cómo?".

"Mi respuesta es que hay que volver a aplicarlo constantemente, con la mayor frecuencia posible y a partir de los seis meses. En el caso de los niños menores de seis meses, podemos asegurarnos de vestirlos de forma adecuada, con ropa de manga larga. Incluso en el caso de los niños mayores, conviene que usen un sombrero de ala ancha".

El FPS mínimo debe ser 30 y se recomienda volver a aplicarlo cada dos horas.

Priorice la seguridad en el agua

Tal vez la medida de seguridad en el agua más importante es la que se adopta mucho antes de que empiecen las actividades acuáticas de verano. Aprender a nadar es muy importante, incluso tratándose de niños pequeños. Muchos vecindarios tienen centros comunitarios que ofrecen clases de natación. Los adultos también pueden participar si no saben nadar muy bien, para mayor seguridad en el agua.

"Asegúrese de sentirse cómodo en el agua, para que ellos se sientan cómodos en el agua", señala la Dra. de Silva.

Los niños que están aprendiendo a nadar deberían protegerse con chalecos salvavidas y flotadores, sobre todo en aguas abiertas (océano, lago, río). Los adultos y niños también pueden estar preparados al saber si hay un guardavidas de servicio y dónde se encuentra exactamente el puesto de guardavidas.

Tome medidas antes de las excursiones

El verano es una época de ferias, parques de atracciones y visitas al zoológico. En todas estas situaciones, es fundamental hablar con los niños para que no se separen y sepan cuándo puede haber situaciones de peligro. Si se pierden o se separan del grupo, los niños deben saber a quién pueden pedir ayuda. Si son demasiado pequeños para saber el número de teléfono de sus padres, una buena idea es escribirlo en la lengüeta del zapato para que un adulto pueda ayudarlos con rapidez.

También es importante tener un botiquín de primeros auxilios en varios lugares, como la casa, el auto y uno de tamaño de viaje para llevar a las excursiones.

"Algunas cosas fundamentales que hay que tener en caso de una pequeña herida son apósitos autoadhesivos y un antibiótico. Si está al aire libre bajo el sol del verano y sabe que puedes estar cerca de un tipo de hiedra venenosa o algo que pueda causar picazón, tener Benadryl o algo que alivie la picazón puede ser muy útil e incluso puede evitar que acuda a la sala de emergencias o a un centro de atención urgencias", aconseja la Dra. de Silva.

Si es nuevo en una comunidad o visita una zona desconocida en vacaciones, es útil saber dónde se encuentran los centros de emergencias. La Dra. de Silva también menciona que no hay nada malo en llamar al 911 si no se sabe con certeza si existe una situación médica. "Siempre es mejor prevenir que curar".

El verano: la época perfecta para comer alimentos más nutritivos 

Uno de los aspectos que aporta el verano para cuidar la salud de los niños es la gran cantidad de oportunidades que hay para incorporar frutas y verduras de temporada. Una estrategia que sugiere la Dra. de Silva es elegir un color para cada día de la semana. Por ejemplo, el lunes puede ser rojo, con manzanas, tomates o pimientos rojos. El martes puede ser verde, una buena oportunidad para comer brócoli, arvejas frescas, frijoles o manzanas Granny Smith.

Hay muchas formas de fomentar la nutrición saludable entre los niños. "Basta con invitarlos a que ayuden en la cocina, pelando, poniendo la mesa o buscando los ingredientes. Pero también podrían crear un huerto, ver cómo crecen las verduras y aprender un poco más sobre frutas y verduras", sugiere la Dra. de Silva.

¡Disfrutemos del verano!

El verano tiene que ser una época alegre, repleta de juegos y tiempo en familia, pero también de seguridad. Si usted, como padre o cuidador, tiene alguna duda sobre la seguridad en verano, un buen punto de partida es hablar con el pediatra de su hijo.

"Lo mejor es tener una conversación con el pediatra o el médico de cabecera", dice la Dra. de Silva. "Creo que abrir el diálogo, plantear preguntas específicas que le puedan responder, todo ello propiciará más conversaciones sobre seguridad y, en definitiva, permitirá que toda su familia esté segura durante este verano y todas las estaciones que se avecinan".

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