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Campana de quimioterapia montada en la unidad de ortopedia y atención quirúrgica en Skagit Valley Hospital para celebrar la finalización de la quimioterapia del paciente

Una mujer con una camiseta roja toca la campana con su mano derecha; también hay globos a su derecha.

El sábado 24 de junio, Emily Conklin celebró la finalización de su quimioterapia en la Unidad de Atención Ortopédica y Quirúrgica (OSC) en Skagit Valley Hospital. Para celebrar este logro tan importante, Emily tuvo el honor de tocar la campana de la quimioterapia, y se convirtió en la primera paciente de quimioterapia de la OSC en hacerlo.

Esto se debe a que la OSC instaló recientemente una nueva campana de quimioterapia en su unidad. Tocar la campana para marcar el final del tratamiento contra el cáncer es una tradición en los centros oncológicos que existe desde 1996. Irve Le Moyne, un contraalmirante de la Marina en Texas, recibía radiación para el cáncer de cabeza y cuello. Para cuando finalizara el tratamiento, tenía pensado seguir con la tradición de la Marina de tocar la campana para decir "el trabajo está hecho". Cuando llegó el día, llevó una campana de bronce, la tocó varias veces y la donó para que otros pacientes con cáncer hicieran lo mismo.

Cuando un miembro del personal escuchó por primera vez sobre esta tradición, el equipo de OSC se dio cuenta de que se estaban perdiendo una gran oportunidad. Acordaron establecer un proceso de "fin del tratamiento contra el cáncer" para celebrar a cada paciente que alcanzara este logro. El primer y gran paso era conseguir una campana.

Bryce Dickie, RN, MN, BSN, CMSRN, jefe de la Unidad de Atención Ortopédica y Quirúrgica y de Cuidado de Heridas/Ostomías para pacientes hospitalizados, habló con los miembros del equipo de cuidados oncológicos de Skagit Regional Health para conocer más sobre la celebración y la campana, y cómo comenzar.

"Es muy emocionante para el personal", dijo Bryce al referirse a la campana. "Muchos pacientes que acuden a OSC para quimioterapia pasan entre 3 y 5 días con nosotros, y luego regresan todos los meses durante varios ciclos. Conocemos muy bien a nuestros pacientes y a sus familiares y amigos. Esta nueva celebración será emocionante para todos los involucrados".

Después de colocar la campana, colgaron una placa a su lado en la pared. El esposo de una enfermera de oncología para pacientes ambulatorios de SRH hizo la placa, que dice: "Cuando la última quimioterapia haya quedado atrás, ¡toque la campana para contárselo a todos!" También hicieron certificados que le entregan a los pacientes durante la celebración. Los miembros del personal pueden escribir un mensaje sincero en el certificado antes de entregárselo al paciente.

El personal de Skagit Valley Hospital rodea a Emily y la aplaude mientras celebra su última quimioterapia.

El personal de la unidad de OSC está encantado de tener una campana para celebrar el éxito de sus pacientes. "Ver a los pacientes reír, llorar y celebrar su éxito después de la quimioterapia tuvo un gran impacto en mí", expresó Mary Ann Sains, enfermera de OSC. "¡Su compromiso con el tratamiento, la tolerancia a los efectos secundarios y el miedo que padecen es suficiente como para querer celebrar con cada uno de ellos!"

Con un equipo comprometido y atento y el deseo de celebrar las victorias de sus pacientes, la unidad de OSC ahora tiene una placa y una campana que los pacientes tocan al finalizar el tratamiento. Emily Conklin fue la primera en celebrar el final de su tratamiento con la nueva campana de OSC y su grupo de apoyo la rodeó para compartir el momento. "¡Me pone muy feliz que Emily sea la primera paciente de quimioterapia en tocar la campana!", exclamó Mary Ann. "Sé que realmente quería hacerlo".

 

Referencias