En Hospice of the Northwest, los voluntarios aportan mucho más que su tiempo: crean relaciones significativas que dejan huellas perdurables. Estas conexiones son reflejo de nuestra misión de ayudar a las personas a vivir con dignidad, gracia y determinación al final de su vida.

Conozca a Jim Minton

Jim Minton empezó a trabajar como voluntario hace cuatro años, tras mudarse a Anacortes. Se convirtió en acompañante de pacientes y le asignaron a Edward, un hombre con enfermedad de Parkinson avanzada. Aunque Edward solo se comunicaba mediante expresiones faciales, ambos entablaron una profunda amistad.

"Era solo una hora a la semana, pero era valiosísima para los dos", recuerda Jim. "Cuando un día Edward me tomó de la mano antes de irme, la gratitud en sus ojos decía más de lo que las palabras podrían decir. Ese momento tan simple quedará conmigo para siempre". Aunque Jim sintió la pérdida cuando Edward falleció, la experiencia le dio una sensación de plenitud. "El voluntariado me aportó una felicidad que no esperaba en este momento de mi vida", afirma.

Conozca a Melissa Edgett

Otra dedicada voluntaria, Melissa Edgett, se incorporó hace cinco años tras jubilarse de una carrera de gestión de proyectos de construcción. Formó parte del Equipo de Vigilancia, el Equipo de Condecoración de Veteranos y como acompañante de pacientes. "La gente me dice: 'Yo nunca podría hacer eso', pero el trabajo en los hospicios no es triste, es una conexión total, incluso hay alegría", nos cuenta.

A Melissa le gusta sobre todo trabajar con el equipo Tuck-In, que visita a los pacientes todos los jueves para asegurarse de que tienen cubiertas sus necesidades para el fin de semana. "Es una forma sencilla de evitar que los pequeños problemas se conviertan en problemas mayores", explica.

Tanto Jim como Melissa tienen una vasta experiencia de servicio: Jim, de sus años como bombero voluntario, y Melissa, de su trabajo en Meals on Wheels. Sin embargo, para ambos el trabajo en los hospicios es especialmente gratificante. Como reflexiona Jim, "en el hospicio uno no intenta 'arreglar' las cosas. Solo hay que ir, escuchar, conectar".

En Hospice of the Northwest, voluntarios como Jim y Melissa encarnan nuestra misión de ofrecer esperanza, dignidad y gracia a quienes atendemos. Sus historias nos recuerdan que incluso en los momentos finales de la vida hay espacio para el sentido, la conexión y la alegría.

Usted puede marcar la diferencia

Si siente la vocación de marcar la diferencia, lo invitamos a acompañarnos. Juntos crearemos momentos inolvidables. Para convertirse en voluntario de Hospice of the Northwest, solicite su participación en línea visitando HospiceNW.org/Volunteer/.