Regreso a la aventura

El camino del tratamiento ortopédico de Brenda


Todas las mañanas, Brenda despertaba con su cachorra Emmy moviendo la cola al lado de la puerta para emprender la aventura del día. No pudo ser. El entusiasmo peludo de Emmy perdía la batalla contra el dolor que Brenda sentía en su cadera. La angustia en el rostro de Emmy daba cuenta de lo que pensaba Brenda que no podrían lograr ese día, todas las caminatas que no harían, todas las aventuras que no disfrutarían, la vida que Brenda no podía vivir.

 

Brenda no quería aceptar que su cuerpo se estaba venciendo. A los 50 años, se sentía "demasiado joven" para una cirugía de cadera. Aunque admite que, a medida que pasaba el tiempo, cada vez más mañanas comenzaban de esta forma. "En el momento en que me despertaba me aseguraba de reposar un poco antes de levantarme; tenía que ser muy cuidadosa para salir de la cama", comenta. Estaba resignando sus días frente al dolor. Emmy esperaba pacientemente, con un brillo de esperanza en sus ojos que iba desapareciendo de a poco.

El dolor implicó tomar la decisión.

Brenda con su perraSu vida en Anacortes pasaba de largo frente a su paso lento, llevaba a Emmy a paseos más cortos, evitaba las escaleras y reemplazó los cordones tradicionales de sus zapatillas por cordones elásticos. Estaba alterando su vida para evitar la molestia. Brenda intentó con diversas terapias y opciones de tratamiento, pero seguía rehuyendo la idea de la cirugía. "Realmente pensaba que no quería cambiar partes de mi cuerpo y no quería que nadie me abriera para hacerlo", dijo. Lamentablemente, las alternativas apenas le permitían sobrellevar el dolor.

Brenda empezó a reconocer que su dolor de cadera limitaba lo que podía hacer con su esposo, David, con sus amigos y con Emmy. "Extraña poder dar largos paseos por el bosque, o una caminata rápida, porque yo no puedo caminar rápidos. Además tiene que vigilar a la perra y vigilarme a mí porque podría caerme en el sendero", dijo.

La gota que rebalsó el vaso fue cuando Brenda y su esposo estaban en la playa y vio a aparecer a una amiga 20 años mayor que ella con shorts de ciclista. Recuerda haberle dicho a su esposo casi llorando: "por favor, dime que no llegó hasta aquí en bicicleta. Yo ni siquiera puedo andar en bicicleta por la calle".

Aunque David la había alentado a que buscara ayuda, entendía que se trataba de una decisión que debía tomar sola. "Quería que me sintiera mejor", recuerda. "Solo me llevó todo es tiempo procesarlo, creo que no estuve lista hasta que lo estuve".

Brenda finalmente estaba lista para la solución real.

El equipo de Ortopedia y Medicina del Deporte de Skagit Regional Health analizó más exhaustivamente la calidad de vida de Brenda en ese momento, su largo historial de dolor, el tratamiento que estaba haciendo en ese momento, y tuvo en cuenta las limitaciones que enfrentaría durante los próximos 10 años o más para lidiar con el dolor. Si la cirugía era la respuesta, Brenda encontró al equipo indicado de apoyo.

El cirujano especialista en ortopedia Michael Picco, DO, coordinó estrechamente con Brenda para encontrar una solución a su dolor de cadera. Decidieron que reunía los requisitos para una cirugía. "Cuando hablé con el Dr. Picco fue muy profesional y reconfortante, y respondió todas mis preguntas y las de mi amiga", comenta. "Siempre tenía la posibilidad de volver a llamarlo si tenía una duda o si me olvidaba de algo, eran [el personal] un grupo verdaderamente muy bien predispuesto".

Brenda practicando senderismoBrenda usó todos los recursos disponibles para sentirse segura de que se sentiría fuerte antes, durante y después de la cirugía, y se preparó para una recuperación activa. Su equipo de cuidados la alentó a participar en las sesiones de capacitación sobre reemplazo de articulaciones de Skagit Regional Health. "El día antes de tu cirugía te informaban qué hacer. Ya sabe, una estaba preparada", recuerda. El tiempo que pasó con el equipo de Ortopedia y Medicina del Deporte antes de la cirugía aumentó su energía positiva y eliminó la ansiedad anterior al procedimiento.

Las sesiones sobre cirugía de reemplazo de articulaciones les aportaban a Brenda y a su esposo más oportunidades de hacer preguntas y elaborar un plan para su recuperación y cuidado al volver a casa. "Cuando los pacientes asisten a estas sesiones, sé que reciben toda la información adicional que necesitan, están preparados", afirma el Dr. Picco. Skagit Regional Health ofrece a sus pacientes capacitación y servicios de fisioterapia para asistir en el proceso de recuperación. Cuidan de sus pacientes sin descanso en cada instancia del proceso.

Durante lo que debió ser un procedimiento estándar, el Dr. Picco y su equipo encontraron un quiste y dedicaron el tiempo adicional durante el procedimiento para resolver el problema de inmediato. "Una ni siquiera sabe lo que realmente sucede con su cuerpo porque no se veía en la radiografía. Cuando quitaron el hueso, lo encontraron [al quiste]", destaca Brenda. Si bien las cirugías de reemplazo de cadera como la de Brenda son comunes, el quiste no lo era, recordó el Dr. Picco. Pudo eliminarlo y repararlo durante el procedimiento, para que pudiera avanzar en su recuperación.

Brenda riéndose con una amigaCon la ayuda de Ortopedia y Medicina del Deporte de Skagit Regional Health, sus planes de tener una vida de aventuras se están haciendo realidad. "Realmente creo que el Dr. Picco me ayudó mucho", asegura. "Gracias a él, creo que puedo hacer más cosas más rápido, en lugar de haber esperado a cumplir 60".

"Mi objetivo con todas las cirugías es que el paciente se olvide de que se sometió a una, es muy gratificante poder lograr que una persona cuya movilidad está reducida, tiene que usar un bastón, o no puede trabajar a causa de sus limitaciones pueda llegar al punto en que ya no necesita más esos recursos de ayuda", dijo el Dr. Picco.

Brenda está más que entusiasmada con las posibilidades que le esperan. Pensando en lo que pasó, destaca: "No creo que estuviera lista hasta que lo estuve... Tomé la decisión perfecta. Solo no quiero decirle a mi esposo que me llevó demasiado tiempo", afirma.

Si bien el procedimiento adicional extendió el tiempo previsto de recuperación para Brenda, dice que se siente entusiasmada por la vida de que podrá disfrutar y que el dolor le impedía tener. "Lo que más quiero es salir a caminar, andar en bicicleta, viajar, todas esas cosas que no pude hacer durante todo este tiempo", dijo. David está preparando un viaje a Hawái y Emmy olisquea su próxima aventura más allá de la cortada de la esquina.