Atención personalizada
Historia de la cirugía robótica de Cole
Elmer "Cole" Comings, Jr. creció en Mount Vernon y pasó su juventud en el agua. Su padre, Cole Comings, era superintendente del astillero de Anacortes y obtuvieron su primera embarcación en 1943. Luego de prestar servicio durante 27 años y ocho días, Cole Jr. pasó la mayor parte de su vida en la Marina hasta que se jubiló en 1981. A la edad de 82 años, Cole aún inspecciona embarcaciones en Anacortes.
"Sentía más dolor del que podía imaginar, y pasé tres días en el hospital", afirma. "Me daban morfina. Mi esposa trataba de ayudarme. Me golpeaba la cara para que me mantuviera despierto y comiera. Fue terrible".
En 2017, Cole reconoció síntomas similares, sentía dolor al meterse en espacios estrechos mientras trabajaba, pero con sumo cuidado siguió adelante. "Sabía que iba a necesitar otra operación de hernia, pero al recordar mi experiencia pasada, postergué la situación todo lo que pude", comenta.
No parecía un problema que debiera atender de inmediato porque Cole podía seguir trabajando. "En realidad, no me impedía hacer nada, pero me limitaba en ciertas posiciones", afirma Cole. "Tenía que soportar la molestia al agacharme y esforzarme un poco más".
Llegó un momento en el que Cole tuvo que hacer algo con su hernia. "Como había esperado tanto y postergué la operación, dio un poco más de trabajo", admite Cole.
Su proveedora de medicina familiar, la Dra. Jennifer Benson, lo alentó a dar el siguiente paso e incluso concertó una cita con un cirujano de la red de Skagit Regional Health.
Una semana más tarde, Cole se reunió con el cirujano general, el Dr. Joshua Hawkins, quien se capacitó especialmente en procedimientos mínimamente invasivos con asistencia robótica. El Dr. Hawkins le ofreció dos opciones: cirugía laparoscópica, que se podía hacer de inmediato, o cirugía con asistencia robótica con el nuevo sistema quirúrgico da Vinci Xi. El Dr. Hawkins le explicó que la cirugía con asistencia robótica sería menos invasiva y podía ofrecer un tiempo de recuperación más corto y con menos dolor.
Cole asistió a un evento organizado por Skagit Valley Hospital para ver al da Vinci XI en persona y conocer cómo funcionaba el sistema. "Él [el Dr. Hawkins] lo controlaría [el da Vinci Xi] al maniobrar los brazos", afirma Cole. "Era una máquina gigantesca considerando la cantidad diaria de trabajo que terminan haciendo con ella".
Antes de la cirugía, el Dr. Hawkins aclaró las dudas de Cole. "Lo bueno de todo el proceso fue que el Dr. Hawkins me explicó todo paso a paso con anticipación", comenta Cole. "Así que sabía exactamente qué esperar".
Después de su cirugía, Cole no podía creer lo buena que había sido esta experiencia en relación con su operación anterior. "Fui al hospital. Me hicieron la cirugía por la mañana. Me fui por la tarde", afirma. "Tenía tres pequeños apósitos sobre el estómago. Ni siquiera necesité tomar una aspirina para el dolor. Fue una cirugía excelente. Realmente la disfruté".
Cole recibió atención personalizada de parte del Dr. Hawkins y el personal del Skagit Regional Health. "Les interesa lo que te pasa por dentro como persona, algo difícil de encontrar en otros lugares en los que he estado", comenta.
Cole continúa trabajando con los barcos sin ninguna molestia. "Tengo una pequeña marca a la altura del estómago de aproximadamente una pulgada como máximo, y es el único rastro que dejó la cirugía", afirma. "El tiempo de recuperación fue la mejor parte. Fue maravilloso. Me encantó".