Su esposo siempre firme a su lado

La historia de Kimberley: constancia en el cuidado


Durante más de 32 años, David y Kimberley Sitton, residentes de Sedro-Woolley, han tenido una vida de aventuras, viajes de pesca, excursiones de caza y ventas de garaje: una vida de amistad. 

"Ella es mi mejor amiga", afirma David. 

"Tú también eres mi mejor amigo", responde Kimberley. "Creo que no podemos vivir el uno sin el otro". 

El 5 de enero de 2019, la vida que tenía Kimberley cambió radicalmente. 


"Aquella noche tenía un dolor abdominal muy fuerte. Sentía un bulto a la izquierda y a la derecha debajo de las costillas", cuenta Kimberley. "Mi considerado esposo me llevó rápidamente a la sala de emergencias de Skagit Valley Hospital".

"Había una voz en mi interior que me decía que debía ir a Mount Vernon. Y simplemente lo hice", dijo David.

Tres semanas después, Kimberley despertó y se enteró de la gravedad de la situación. Encontró a su marido, David, firme al lado de su cama. Le contó lo que había ocurrido en los 21 días anteriores. El colon de Kimberley se había perforado en dos porciones diferentes y tenía una infección. 

"Inmediatamente reunieron a un equipo de médicos y me prepararon para la cirugía. Me colocaron un respirador y estaba conectada a tubos y cables por todos lados. Pasé los siguientes 13 días en cuidados intensivos", dijo Kimberley. "David dijo que había sido una montaña rusa". 
La cirujana general Allison Porter, MD, estaba de guardia la noche que llegó Kimberley. La Dra. Porter y el equipo de cuidados de Skagit Regional Health aceleraron la respuesta para poder adaptarla a los altibajos del estado delicado de Kimberly. 

"Creo que no estaría aquí de no ser por la Dra. Porter y su equipo increíble", asegura Kimberley.

El estado de Kimberley iba cambiando durante los primeros 13 días. Fue sometida a tres cirugías mayores y le colocaron un respirador y una sonda para alimentarla. David tomaba las decisiones con respecto a la atención de su esposa con el apoyo de los proveedores y el equipo de Skagit Regional Health. 

"Conmigo siempre es blanco o negro, no tengo matices. Les dije 'si no está bien, sean honestos conmigo'. Y lo fueron. Sabía exactamente qué pasaba con mi esposa todo el tiempo", dijo David. "Le hablaba cuando estaba inconsciente. Le decía que siguiera peleando. Se lo decía al oído".

El equipo de cirugía conformado por la Dra. Porter y Joel Dean, MD, así como el equipo de cuidados intensivos, actualizaban de manera constante a David y su familia acerca de los cambios en el estado de Kimberley. David se encontró frente a una serie de decisiones difíciles a lo largo del tratamiento de Kimberley.

"Para ser honesto, cuando ingresó a la cirugía el 5 de enero, cuando la besé, pensé que me estaba despidiendo porque perdía la conciencia tan rápido", dijo David. "No queremos medidas invasivas para mantenerla viva, pero les dije: 'si quieren intentar volver a arrancarla un par de veces, adelante'".

Mientras David permanecía cerca esperando a su familia, intervino la médica hospitalista Precious Barns, DO para asegurarse de que David también se estaba cuidando.  

"Nunca antes había tenido la experiencia de un grupo de profesionales que nos hablaran de esta manera. Fue la primera vez. Pusieron todas las cartas sobre la mesa y me explicaron todo lo que pasaba con mi esposa", dijo David. "Respondieron todas nuestras preguntas exhaustivamente, no hubo una sola duda que no respondieran, y eso me reconfortaba".

David notó el cuidado especial que todo el personal le daba a su esposa a diario. Aprendió qué números de la pantalla significaban que estaba estable. Solo entonces se alejaba de su lado por períodos cortos, confiado en la calidad de la atención que recibía en su ausencia. 
"Hasta los técnicos de laboratorio la trataban con el más absoluto respeto", dijo David. "A veces tenían que tomar muestras tres veces al día para controlarla y la trataban como si hubiera estado despierta".

El destino de Kimberley era incierto, hasta la mañana en que David vio la sonrisa de la Dra. Porter cuando se acercaba a la sala de espera. La cirugía había sido un éxito. Ahora debían concentrarse en lograr que Kimberley volviera a respirar por su cuenta.

"Me sorprendió enormemente saber que había pasado tanto tiempo", dijo Kimberley acerca del calvario. "Me hizo tomar conciencia de la gravedad de mi afección. Estaba en la unidad de cuidados intensivos, todo el personal médico y de enfermería que ingresaba era tan profesional, alentador e inspirador. Me dieron ese empujón extra que necesitaba, eran personas amorosas y compasivas. Realmente me emocionó".

Kim y su esposo en una embarcaciónCuando despertó, Kimberley se dio cuenta de las consecuencias adicionales de su afección. Se había formado un coágulo en su mano derecha, que había obligado a los médicos a extraerle el pulgar, el dedo medio y la punta del dedo índice.

"Estaba tan feliz de estar allí, de estar viva, que ni siquiera me molestó", dijo Kimberley.

"Me miró y me dijo: vas a tener que conseguirme un carrete de pesca para zurdos", dijo David.

"Me hizo darme cuenta de que estaba viva y agradecida de estarlo, y de que tantas personas compasivas a mi alrededor estuvieran trabajando tanto para ayudarme", dijo Kimberley.

Su actitud positiva y su determinación generaron la energía que necesitó para la siguiente instancia de su camino, la recuperación y volver a vivir de manera independiente.

A medida que avanzaban sus necesidades médicas, los equipos de Skagit Regional Health facilitaban la transición entre la red de proveedores y servicios. Siempre se mantuvo el mismo alto nivel de atención. 

"Mis fisioterapeutas me dieron un refuerzo adicional, una patada en el trasero, por así decirlo. Fueron tan alentadores que despertaban mis ganas de lograrlo, porque quería demostrarme y demostrarles a ellos que podía hacer lo que me pedían. Y mi terapeuta del habla, Jessica, también fue maravillosa, realmente me inspiraba para que pudiera recuperar mi voz", recuerda Kimberley. 

El proceso de recuperación y los procedimientos de seguimiento que enfrenta Kimberley son largos, pero su voluntad férrea y su determinación la mantienen firme. 

"Es muy independiente", dice David. "No le molesta que la ayude, pero quiere ser independiente".

Con David todavía a su lado, Kimberley está decidida a volver a hacer las cosas a su manera. 

"Recuerdo cuando dijo 'hoy conduzco yo', cuando no tuvo que usar un andador para bajar de la camioneta ni necesitó que la levantara, porque pudo hacerlo por sí misma. Fue un gran logro para ella", dijo David.

"Quería poder estar con mi familia y jugar con mis nietos, volver a pescar y cazar, cosas que disfruto hacer ahora que estoy jubilada", dijo Kimberley. "Ahora mi mirada y mi perspectiva de la vida es diferente con respecto a qué es lo importante".

Si bien el año no resultó como lo había previsto o esperado, Kimberley dice que se siente agradecida con las personas que la apoyaron a lo largo del proceso.

"2019 fue un reto para mi familia y para mí. Estuvo repleto de desafíos y batallas, decisiones rápidas, esperanza, oraciones, transformación espiritual", dice. "Skagit Regional Health es maravilloso. Todos tuvieron un papel fundamental en mi situación y son sencillamente irremplazables. Cada uno tiene su especialización, y todos dieron muestras de cuánto saben. Son simplemente increíbles".